Abstract
Las mucamas han sido una fuente de inspiración importante para la elite letrada latinoamericana que ha visto en ellas un puente para no solo instalar estereotipos negativos sobre la mujer trabajadora (ellas por lo general están a un paso del robo, la suciedad, la prostitución o la traición), sino también proponer un personaje que habla sobre las clases populares desde el punto de vista de los llamados intelectuales. Este ensayo estudia Las arpías (1981), la adaptación que el colombiano José Manuel Freidel (1951-1989) hace de Las criadas de Jean Genet, para indagar cómo la mucama deliberadamente se transforma en un dispositivo retórico. En manos de Freidel, se puede examinar la construcción de un personaje que, usurpado incluso por el propio Genet, si bien consigna un teatro de crítica social, no deja de formar parte de una dramaturgia que a fin de cuenta deshumaniza a la mujer trabajadora. Observo Las arpías como una crítica a la tradición que se apropia de la voz del “pueblo”, de allí esta obra permite repensar el concepto de “teatro de crisis” que Diana Taylor desarrolla sobre aquel teatro que busca formularse como un instrumento para decolonizar las formas de representar a integrantes de comunidades marginadas.
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